Cristi

Aun estando su carrera profesional ligada al sector financiero, desde un primer momento quiso, junto con sus hermanos, dar a conocer la tradición olivarera que en su día ya comenzara su abuelo y padrino, Mariano. 

¿Por qué decidiste lanzarte con tus hermanos en esta aventura?

- Esta pregunta tiene fácil respuesta para mí. Me he criado en una familia numerosa, somos cinco hermanos muy unidos desde nuestra infancia, y nuestro vinculo es muy estrecho, de confianza ciega. La empresa la hemos constituido los tres hermanos mayores, propietarios de las fincas de olivos de donde obtenemos nuestro aceite Armónico en sus distintas variedades.

La idea de tener una empresa familiar es para nosotros algo natural, pues compartimos las mismas raíces y valores, y nuestro deseo común es llevar el recuerdo de nuestro abuelo más allá de la tierra que le vio nacer: Puente Genil.

¿Qué factores destacarías de Armónico?

- Tenemos el máximo cuidado en recolectar la aceituna sana, y en las mejores condiciones, siendo muy rigurosos en cada una de las fases de elaboración de nuestros aceites. Nuestros AOVEs son de producción pequeña, limitada y alta calidad, elaborados en una almazara tradicional, recordando su sabor a los aceites prensados en los antiguos molinos.

¿Qué proyectos o metas tenéis marcados?

- Quizás suene algo lejano, pero tener una almazara propia sería uno de nuestros sueños. Una vez comprobado que nuestros aceites tienen un sitio en el mercado nacional, y quién sabe, algún día podrían tenerlo en el mercado internacional, tenemos muchísimas ideas para sorprender a nuestros clientes. Iremos paso a paso, este proyecto es ambicioso, pero no tenemos prisa. Queremos hacer las cosas muy bien desde el principio.

¿Qué es lo que más te gusta de Armónico?

- Enfrentarme a un nuevo reto cada día, fuera de mi zona de confort, lo cual requiere rigurosidad, organización, planificación y mucho esfuerzo.